lunes, 18 de mayo de 2015

Museo Natural de El Salvador



A 10 minutos del centro de la capital, el Museo de Historia Natural de El Salvador, conocido también como Ecoparque Saburo Hirao, es un lugar de mucho interés educativo.

 Este parque se construyó en febrero de 1976 en la antigua finca La Gloria gracias a la donación de Industrias Unidas Salvadoreñas (IUSA), subsidiaria de la empresa japonesa Yotobo Co. El nombre Saburo Hirao se debe al gestor japonés que contribuyó con la donación.

 Hirao buscaba que la niñez salvadoreña tuviera un lugar de sano esparcimiento rodeado de naturaleza, por eso es que el parque se caracteriza por conservar más de 75 especies diferentes de árboles, jardines con cascadas y fuentes, varias con un marcado estilo oriental.

Dentro de sus 11 manzanas, esta locación alberga el Museo de Historia Natural de El Salvador (MUHNES), un lugar con una riqueza informativa sobre la biodiversidad cuscatleca y los hallazgos de fósiles en el país.

 El museo posee tres salas permanentes de exposición donde conocerá secretos de la naturaleza descubiertos por destacados biólogos y paleontólogos nacionales y extranjeros. Estas son:


1. Sala de Rocas y Minerales, donde observará la exhibición de diferentes tipos de rocas ígneas, sedimentarias y metamórficas; minerales como el ópalo rosado colectado en el departamento de Santa Ana y más.


2. Sala de Paleontología, la cual expone vestigios de criaturas que habitaron en El Salvador hace más de 10 millones de años. Encontrará fósiles y elementos sorprendentes: una réplica del cráneo de un tigre dientes de sable, molares de mastodonte, así como improntas de peces, ranas y hojas encontradas en rocas sedimentarias procedentes del departamento de San Vicente. También un molar de mastodonte encontrado por el David J. Guzmán a principios de 1900, en Ilobasco, departamento de Cabañas.


3. Sala de Ecosistemas donde se escenifican el bosque nebuloso (como el Parque Nacional Montecristo del departamento de Santa Ana), el bosque seco tropical (como el Parque Nacional San Diego, de Metapán, departamento de Santa Ana) y el sistema de manglares propios del ecosistema costero.

 También hallará colecciones referentes a la mastozoología, ornitología, herpetología, malacología y botánica. Incluso podrá consultar material didáctico, publicaciones y colecciones elaboradas por biólogos y paleontólogos en la biblioteca abierta a todo visitante.

 Acérquese a este sitio excepcional que resguarda incontables enseñanzas de El Salvador prehistórico.

 Directora: Lic. Eunice Echeverría
 Correo electrónico: eecheverria@cultura.gob.sv
 Teléfonos de contacto: (503) 2270-9228 / (503) 2270-1387
 Dirección: Parque Saburo Hirao, barrio San Jacinto, final de calle Los Viveros, Colonia Nicaragua, San Salvador El Salvador, Centroamérica


Días de servicio:

De martes a domingo

Horario: De 9:00 a.m. a 5:00 p.m.


Valor entrada: General (tarifa del parque) $ 0.57



Museo de la Ciudad , Santa Tecla



En junio del año 2000, un grupo de ciudadanos y ciudadanas convierten una iniciativa cultural en la Asociación Museo de la ciudad, e instalan el Museo de la Ciudad en Santa Tecla. Debido a la falta de apoyo de la municipalidad tecleña, se crea una alianza con la Microrregión El Bálsamo, con quienes se ha establecido un convenio de cooperación para la implementación de un Plan Estratégico de Cultura para la microrregión, que incluye la instalación de museos, procesos educativos y formativos en este territorio.

El trabajo de la Asociación ha consistido desde entonces en investigación, documentación y rescate de diversas manifestaciones culturales, así como la exposición y desarrollo de actividades educativas, dirigida especialmente a la juventud.
El Museo Municipal Tecleño es un espacio que descontextualiza la noción de ser una penitenciaria, transformando su lectura en una plataforma de construcción de conocimiento, identidad y memoria a través de alternativas de recreación, reflexión y expresión interactivas. Generando así, una relación mas orgánica entre el lugar y la persona para de construir las brechas entre la espacios culturales y la ciudadanía.
Santa Tecla es la ciudad cabecera del municipio homónimo y del departamento de La Libertad en El Salvador, tiene una extensión territorial de 112 km² y fue fundada el 8 de agosto de 1854, por decreto del presidente José María de San Martín con el nombre de Nueva San Salvador, con la intención de sustituir a la ciudad de San Salvador (que había sido gravemente dañada por un terremoto) como capital de la república.
 Posteriormente, en 1858, el gobierno abandonó el proyecto de trasladar la capital a Nueva San Salvador, esto no impidió el desarrollo de la nueva ciudad que se convirtió en una próspero centro de producción cafetalera, siendo actualmente una de las ciudades más desarrolladas del país.

 En 2003, el nombre de la ciudad fue legalmente cambiado a Santa Tecla, nombre con que ha sido conocida tradicionalmente. El cambio se oficializó a partir del 1 de enero de 2004.



Museo de Arte Popular





El Museo de Arte Popular de El Salvador, abre sus puertas a nuevos públicos a través de esta página, con el propósito de compartir la riqueza y singularidad del arte popular y las tradiciones de esta nación centroamericana.

Diversas expresiones del arte popular salvadoreño, producto de prácticas populares tradicionales o de expresiones artísticas emergentes, son las que el Museo de Arte Popular exhibe en sus instalaciones y en exposiciones itinerantes.

Como resultado de las actividades de investigación y conservación ha organizado más de 25 exhibiciones, algunas fuera del país, y ha logrado acumular una colección de más de 1,100 objetos y valiosos documentos.

En el año 2001 inauguró su sede en la ciudad de San Salvador, donde mantiene la exposición permanente dedicada al reconocido arte de la miniatura en barro de Ilobasco, denominada - Sala de la Miniatura Dominga Herrera – en honor a la insigne creadora de este arte; y otras tres salas donde organiza exposiciones temporales.

Por las formas innovadoras de trabajo y difusión desplegadas, artistas y artesanos populares han comenzado a salir del anonimato característico adquiriendo prominencia nacional, como es el caso de don Ángel Mendoza Alvarado,  destacado pintor, escultor y restaurador galardonado con el Premio Nacional de Cultura del año 2000.

Es así como el Museo contribuye al reconocimiento y valoración del arte popular y las tradiciones como componentes culturales fundamentales para el desarrollo integral de nuestra sociedad.

Nuestros Fundadores

El Museo de Arte Popular fue fundado por la asociación INICIATIVA PRO ARTE POPULAR (INAR), institución privada sin fines de lucro creada en 1997 por un grupo de profesionales salvadoreños unidos por el interés de documentar, estudiar y preservar las diferentes expresiones de las artes y tradiciones populares de El Salvador.

Misión de INAR

Su misión es encauzar a través del Museo y sus programas, la investigación, conservación y difusión del Arte Popular Salvadoreño, al mismo tiempo de fortalecer la promoción de artesanos y artistas, portadores de invaluables tradiciones y a aquellos creadores de nuevas expresiones artísticas. Todo ello con el fin de contribuir al conocimiento y la formación integral de los salvadoreños, y al interés de visitantes o estudiosos de otros países.

Sus actividades son financiadas por donaciones de instancias gubernamentales y no gubernamentales, el Programa de Transferencias de Fondos de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la República. Empresas privadas, personas particulares, membrecías y por la realización de eventos especiales.


Estamos ubicados frente al parque de la Colonia Centroamérica, esquina opuesta a la Iglesa La Sagrada Familia.
Para los que viajan en vehículo, esta Colonia es de facil acceso entrando por la Calle Gabriela Mistral viniendo del Boulevard Los Héroes. A 20 mts. del cruce encontrará el triángulo a mano izquierda que lleva a la Calle Centroamérica. Siga esta calle rumbo poniente hasta el final del Parque. O si usted transita la Antigua Calle a San Antonio Abad, a la altura del Centro Comercial San Luis encontrará el restaurante La Galería, doble en esa esquina y siga este avenida hasta llegar al Parque.

Rutas de autobús: las 30A, 30B y 46 le llevan al Centro Comercial San Luis. Tome la Avenida San José que se encuentra entre el restaurante La Galería y Casa blanca, frente al centro comercial, y baje hasta el Parque.

Dirección: Avenida San José # 125, Colonia Centroamérica, San Salvador.

Teléfonos: (503) 2274-5154, 2274-1465



Museo el Tin Marin




El museo Tin Marín está ubicado en la ciudad de San Salvador, El Salvador. Es un espacio cultural dedicado a los niños que pretende transmitir conocimientos mediante un ambiente de diversión.1 Asimismo, intenta reforzar el contenido de los programas educativos de los centros escolares. Las instalaciones —ubicadas dentro del área del parque Cuscatlán— son administradas por la Asociación Museo de los Niños y comprenden 27 salas permanentes de exhibición. Fue inaugurado el año de 1999.
El Tin Marín Museo de los Niños contiene en aproximadamente 3 mil metros cuadrados de construcción y áreas verdes circundantes con un promedio de 25 diferentes exhibiciones interactivas, relacionadas con la ciencia y cultura, realizadas con diferente tecnología y sobre todo con mucha diversión para los niños. La capacidad total de la Sala de Exhibiciones es de 350 personas. Acá lo único prohibido es NO tocar.
Visita nuestras exhibiciones donde te convertirás en un piloto, un bombero o un reportero. También aprenderás a cuidar tu salud y  tu medio ambiente. Vivirás la emoción de un viaje por el cosmos en El Planetario y desafiarás el equilibrio en La Casa de la Gravedad.

 

Ven a disfrutar de  una experiencia única e inolvidable, porque en Tin Marín ¡Jugando se Aprende
Disfrute junto a su familia una visita por el Museo. Le garantizamos un espacio cultural y divertido donde obtendrá como beneficio un mejor diálogo con sus hijos, una  experiencia inolvidable y emocionante; a través de la experimentación y el juego.

El Museo fue concebido como una herramienta de apoyo a los colegios y escuelas de El Salvador. La visita escolar  ofrece a los maestros y alumnos la oportunidad de interactuar de manera diferente y de reforzar contenidos que están en la currícula escolar. A la vez, incentiva la creatividad del maestro y le proporciona herramientas para transmitir conocimientos de una forma divertida.




Museo el Ex Cuartel el Zapote




“El Zapote” es  para muchos un  sinónimo de imponencia, de doctrina militar, de guerra, pero ahora conserva entre sus amplios corredores, sus pisos antiguos, que se mantienen firmes desde 1828 y su imponente construcción, trozos de la historia salvadoreña.

 Ubicado en el Barrio San Jacinto, un punto estratégico de la ciudad porque desde ahí se observan edificaciones que un día fueron estructuras imponentes del Estado y que ahora son parte de la cultura, como el  Palacio Nacional, la Catedral y otros.

 Algunos cuentan que “la loma El Zapote” era la punta de una pirámide indígena, porque el lugar fue un asentamiento llamado Tunal Yucan y además durante la construcción de la estructura militar se encontraron vasijas y objetos precolombinos.

 Su nombre se lo dieron gracias a un extenso sembradío de zapotes de los terrenos, de los que solo sobreviven siete al paso del tiempo.

Sus instalaciones albergaron a la Escuela de Cabos y Sargentos, al Regimiento de Ametralladoras y Artillería y el último regimiento que habito sus edificios fue el Comando de Transmisiones de la Fuerza Armada, este ultimo entregó el cuartel en 2002 para su transformación.

 El entonces mayor del ejército, Ernesto García Rivera, recuerda bien el día en que el Ministerio de la Defensa les dio un mes para que montaran una exposición temporal del Museo de Historia Militar.

 “Empezamos a buscar en los cuarteles objetos que nos pudieran servir para la exposición, armas en desuso, restos de aparatos, archivos, documentos, todo lo que creímos que podía ser parte del patrimonio de la Fuerza Armada”, cuenta con anhelo García, director del museo.

 Poco a poco fueron reuniendo uniformes, gorras, pines y otros objetos, que guardaban aventuras y hazañas, que pertenecieron a las unidades que habían sido desmovilizadas por los Acuerdos de Paz.

 Las familias de algunos reconocidos militares contribuyeron a la tarea de reunir esos objetos de valor histórico, familiares del ex presidente José María Lemus donaron toda la colección de artículos militares que le acompañaron en su carrera y que hoy se exhiben al público.


El recorrido

Al entrar a la primera sala el visitante es recibido por la única e hipnotizante pintura del celebre escritor salvadoreño Salvador Salazar Arrúe, para muchos desconocido como pintor, obra de arte que le pertenecía a la familia Lemus. La obra que data de 1936, se titula Conquista de América y en ella están plasmados al lienzo, los más importantes acontecimientos del descubrimiento y las batallas libradas por los españoles y los indígenas en tierras americanas.
 Mientras se recorren sus pasillos y sus salas que un día fueron centros de planificaciones y estrategias se encuentran  cañones que se utilizaron en la primera guerra mundial o los tipos crops que sirvieron en la guerra contra Guatemala en 1906.
 Hay uno en particular que llama la atención, se desconoce el año exacto del que procede pero tiene marcada claramente la insignia de la corona española de la época de la conquista, como si el tiempo no hubiese pasado por el.
 El recorrido es envolvente, los objetos llevan al lugar y al momento en que sucedieron los hechos históricos, las armas que un día se utilizaron en innumerables batallas, ahora descansan y esperan ser admiradas.
 Ahí se encuentra la silla en la que fue ejecutado Gerardo Barrios, la historia de los militares célebres como Juan Manuel Arce, Domingo Monterrosa y otros. Los distintos uniformes militares, actas, acuerdos y planificaciones de gestas militares.
 Los honores no son sólo para los militares antiguos, hay una sala especial en la que la institución castrense reconoce a los “Héroes del Batallón Cuscatlan”, al soldado Natividad Méndez Ramos, primer efectivo que murió en el cumplimiento de su labor en Irak en 2004.

“El Zapote” no solo es el Museo de Historia Militar todos los días en las mañanas y en las tardes su plaza central recibe a cientos de salvadoreños que llegan atraídos por la seguridad del lugar, para hacer actividades físicas, otros llegan para contemplar la vista desde la plaza a los próceres y retratar el paisaje.

 El museo es apoyado por la Academia de Historia Militar, una entidad no gubernamental formada por un grupo militares activos y retirados, quienes se encargan de captar fondos para el mantenimiento de la colección.

Gracias a que las instalaciones son administradas por los militares conserva su disciplinada doctrina, está abierto los 365 días del año, de 8:00 am. a 5:00 pm. y la entrada es gratis para toda la población salvadoreña.

Dentro del museo se encuentra un modelo de avión de combate, los camiones de traslado de tropas y hasta el Papamóvil, en el cual se trasladó a Juan Pablo II desde el aeropuerto de Ilopango hasta el sitio donde ofreció la misa.

 Visitar “El Zapote” es recorrer la historia militar de El Salvador, una historia marcada por la disciplina castrense.




Museo de Aviación




Ubicado en el antiguo Aeropuerto de Ilopango, el museo nacional de aviación traza más de 70 años de historia de la aviación en El Salvador. El museo está enfocado en la Fuerza Aérea y en los servicios que esa institución le ha prestado al país. El museo cuenta con una colección de aviones, motores, armas y documentos históricos verdaderamente impresionantes. Sin embargo, algunos de estos objetos así como la infraestructura del museo se encuentran en un evidente estado de deterioro. El museo tiene un potencial enorme y sería una lastima que continúe olvidado y descuidado.

En el museo se encuentran varios artículos con un alto valor histórico que ayudan a entender la historia de la aviación nacional así como el rol que ha jugado la Fuerza Aérea en el país. El primer elemento histórico que se observa al entrar al recinto es el mismo museo ya que éste está situado en el edificio del antiguo Aeropuerto de Ilopango. Este fue el aeropuerto internacional de El Salvador,  y también el lugar donde aterrizó el Papa Juan Pablo II en su visita al país en 1983. En el museo hay varias salas y una exposición de aeronaves. En las salas pueden apreciarse: fotografías históricas, recortes de periódicos y diversos artículos utilizados en la aviación civil y militar. Entre esos artículos podemos encontrar los uniformes utilizados por la Fuerza Aérea desde su fundación, armamento de diversas épocas,  y condecoraciones hechas a la Fuerza Aérea. Hay también una impresionante colección de aeronaves de combate, transporte y entrenamiento. A pesar que la mayoría de éstas están al aire libre y solo se pueden ver, hay un helicóptero y la cabina de una aeronave a la cual los visitantes se pueden subir.

A pesar de la excelente colección que tienen, la experiencia de una visita no es muy enriquecedora debido al estado de deterioro en que se encuentra el museo y la falta de guías que puedan explicar en detalle los artículos en las salas. La página web de la Fuerza Aérea detalla los horarios de visita y lo que la visita incluye. Sin embargo, cuando visité el museo (en las horas anunciadas), no hubo ningún guía que me diera el recorrido. A pesar que hay una breve explicación junto a cada artículo, son insuficientes y hay algunas explicaciones que se han caído. En algunas salas la falta de iluminación no permite que se puedan apreciar bien las explicaciones ni los artículos que son mostrados.


El museo tiene un gran potencial para educar a los salvadoreños sobre la historia de nuestra aviación. Es una lástima que no se le dé el cuidado y atención que merece.








Museo de MARTE



El edificio y los monumentos

El edificio que alberga el museo tiene un área de 2,275 metros cuadrados. Fue diseñado por el arquitecto salvadoreño Salvador Choussy (1947) y construido en un terreno de 6,520 metros cuadrados. Comprende salas de exhibición y áreas administrativas, depósito de obras, talleres y espacios complementarios, entre los que se cuenta una sala de proyecciones. En 2007 el museo amplió sus instalaciones al construir el salón de usos múltiples Ernesto Álvarez Córdova y una nueva sala de exhibición.

En la actualidad, el edificio comprende un área construida de 2,968 metros cuadrados, de la cual 1,208 metros cuadrados se utilizan para las exhibiciones, distribuidos en cinco salas. Tres de ellas están destinadas a la muestra permanente de arte salvadoreño (Gran Sala, Sala 3 y Sala 4) y las dos restantes a las exhibiciones temporales, complementadas con espacios alternativos.

Las áreas de exhibición son:
•Gran Sala: 372 m2
•Sala 1: 192 m2.
•Sala 2: 152 m2
•Sala 3: 152 m2
•Sala 4: 184m2
•Espacios alternativos: 156 m2.

 MONUMENTO A LA REVOLUCIÓN

Uno de los grandes logros del diseño fue integrar la nueva edificación al Monumento a la Revolución diseñado por los arquitectos Óscar Reyes y Kurt Schulze. Este es un conjunto artístico arquitectónico edificado en los años cincuenta que incluye un mural  y una escultura monumental. Los trabajos preliminares: proyecto, localización y transporte de la piedra, entrenamiento del personal, etc., comenzaron en el año de 1954.

Monumento a la Revolución: El mural es un mosaico en piedra que  representa la libertad, la cual es simbolizada por un hombre desnudo mirando hacia arriba y con los brazos levantados. Esta figura es conocida popularmente como “El Chulón” y constituye un punto de referencia urbana. Las piedras que forman el mosaico son de colores naturales y fueron recolectadas a lo largo del territorio nacional. El diseño y realización de la obra estuvo a cargo del artista mexicano Claudio Cevallos y de la artista salvadoreña Violeta Bonilla (1924-1999).

Esta obra fue inaugurada por el Presidente de la República Coronel Óscar Osorio el 14 de diciembre de 1955.

 MONUMENTO A LA CONSTITUCIÓN

Alegoría a la Constitución de 1950 o Monumento a la Libertad: La escultura monumental, tallada directamente en piedra, esta compuesta por nueve figuras: un obrero, una madre que sostiene en brazos a su hijo, la figura de una niña, dos figuras femeninas, una de ellas parcialmente cubierta por un soldado, el cual sostiene su fusil apuntando hacia abajo, en actitud pacífica. En la parte posterior destaca la figura de una mujer que sujeta la constitución de 1950. Todas estas figuras sostienen una mujer desnuda, cubierta con la bandera de El Salvador, que corona la escultura. La obra, fechada en 1956, fue realizada por el artista costarricense nacionalizado mexicano Francisco Zúñiga (1912-1998), quien es considerado uno de los más importantes escultores latinoamericanos y cuya obra se encuentra en diversos museos y ciudades del mundo.



El Museo gracias a donación de la Fundación Zúñiga Laborde cuenta con los bocetos y planos del Monumento. La donación incluía también dibujos realizados por el artista durante su estadía en El Salvador y una escultura.